Tener un jardín bien cuidado junto a la piscina no solo embellece el entorno, sino que también evita problemas como acumulación de hojas en el agua o daños en el pavimento. Sigue estos consejos para mantener un espacio verde impecable.
Tener un jardín saludable alrededor de una piscina es clave para disfrutar de un espacio armonioso y sin problemas. Un mantenimiento adecuado no solo mejora la estética, sino que también previene daños a la piscina y facilita su limpieza. A continuación, te damos algunos consejos esenciales para lograrlo.
1. Elegir plantas adecuadas
Selecciona especies resistentes a la humedad y el cloro. Opta por plantas de bajo mantenimiento, como palmeras, agaves y lavanda, que además aportan belleza sin ensuciar el agua con hojas y flores. Evita árboles de raíces invasivas que puedan dañar la estructura de la piscina o levantar pavimentos cercanos.
2. Controlar el riego y el drenaje
Un sistema de riego eficiente evitará que el exceso de agua genere charcos o erosione el terreno. Es importante instalar un buen drenaje para prevenir la acumulación de agua alrededor de la piscina, lo que podría afectar la estabilidad del suelo y atraer insectos.
3. Mantener el suelo en buenas condiciones
Elige pavimentos adecuados como piedra natural o césped artificial, que requieren poco mantenimiento y evitan el barro. También puedes utilizar mulch o grava decorativa para reducir la evaporación y mantener la humedad en el suelo sin encharcamientos.
4. Podar y limpiar regularmente
Realiza podas periódicas para evitar que ramas y hojas caigan en el agua. Además, limpia el entorno de la piscina con frecuencia para evitar la acumulación de restos vegetales que pueden obstruir los filtros o generar suciedad.
Un jardín saludable alrededor de una piscina mejora la experiencia de uso y la seguridad del espacio.
